Labios operados mal: Conoce cómo distinguirlos

Cuando alguien acude a la consulta de un médico, siempre busca salir mejor de lo que ha entrado. Es cierto que en la mayoría de los casos es así, pero hay ocasiones en las que no se logran buenos resultados. Es algo que también ocurre en el mundo de la medicina estética. Te vamos a mostrar que son los labios operados mal y cómo puedes distinguirlos.

¿Cómo son los labios operados mal?

Los labios operados mal son aquellos que no ofrecen un resultado natural y que incluso desfiguran el rostro de la persona. Aunque más adelante veremos algunas de sus características, debes tener en cuenta que en la actualidad ya no se suele utilizar este tipo de técnicas, precisamente porque no siempre se consigue el efecto deseado.

Además, si buscas en Internet, está lleno de testimonios de personas que han sufrido una mala experiencia de este tipo. Con toda la ilusión se sometieron a un aumento de labios, pero el resultado fue desastroso.

Después, intentaron recuperar su aspecto natural y fue muy difícil, por no decir imposible. En los peores casos, quedaron deformidades permanentes. En otros formas muy alejadas de los deseos iniciales del paciente.

Hay un gran número de actores y otras celebridades que han deformado su rostro por someterse a técnicas poco apropiadas. Por fortuna, es algo que en la actualidad no suele ocurrir tanto porque existen otras alternativas como porque se han comprobado las malas consecuencias que ofrecen.

Aunque generalmente se relacionan estos tratamientos con la silicona, también existen otras técnicas que den lugar a ellos, como los labios operados.

¿Qué características tienen los labios operados mal?

Además de todo lo comentado en el apartado anterior, los labios operados mal tienen una serie de características. Algunas se pueden percibir por todos y otras solo por el paciente, veamos cuáles son:

  • Cuando se utilizan rellenos naturales, los labios pueden tener pequeñas molestias durante una horas. Sin embargo, una boca la operada puede ocasionar un dolor permanente. Es una sensación muy desagradable, que en algunos casos se suma a una forma indeseada.
  • Secuelas físicas. Además del dolor, unos labios mal operados pueden dejar secuelas físicas. Como infecciones o incluso necrosis del tejido adyacente.
  • No respetar la forma natural del labio. Cuando el resultado no respeta la forma natural del labio, no se puede decir que se haya hecho un buen trabajo. No se trata de tener la boca de otra persona, sino de mejorar la belleza natural del paciente. Por eso, es importante analizar antes los resultados que se buscan. Se pueden hacer cambios, pero teniendo en cuenta las características previas.
  • Si unos labios tienen alguna clase de deformidad, es que no están bien tratados. Puede ser en forma de asimetrías o de bultos. También estar descompensado un labio del otro. Es un problema demasiado habitual cuando se utilizan productos o técnicas inapropiadas.
  • Falta de equilibrio. Los labios también tienen que buscar el equilibrio con el resto del rostro. Se estudian las características del paciente y se trata de conseguir una armonía. Cuando las proporciones no son la adecuadas, el trabajo nunca puede ser bueno.
  • No tener en cuenta la dentadura del paciente. Es cierto que es algo de lo que no se suele hablar, pero la dentadura del paciente se debe valorar antes de retocar los labios. Si el tratamiento hace que los dientes tengan un peor aspecto, no estará bien hecho.

Lo importante antes de realizar cualquier tratamiento es que acudas a un centro de prestigio. Tanto si crees que tienes los labios operados mal como si todavía no has dado el paso, te invitamos a ponerte en contacto con nuestro equipo. Te ayudaremos a mejorar el aspecto de tu sonrisa.

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