Una de las arrugas más conocidas y que mayor cantidad de personas quiere eliminar, son las denominadas patas de gallo. Hoy os contamos acerca de ellas, sus tratamientos con rejuvenecimiento facial y prevención.
¿Qué son las patas de gallo?
Se trata de pequeñas arrugas que se forman en la piel alrededor de los ojos. Se les llama así porque su apariencia se asemeja a las huellas que dejan las garras de un gallo. Estas arrugas pueden ser un signo de envejecimiento, pero también pueden ser causadas por otros factores.
Causas de las patas de gallo
Son el resultado del envejecimiento natural de la piel. Con el tiempo, la piel pierde su elasticidad y la capacidad de retener la humedad, lo que puede causar arrugas y pliegues. Además, los músculos faciales que controlan el movimiento de los ojos también pueden contribuir a la formación de patas de gallo.
Sin embargo, otros factores también pueden causarlas. Por ejemplo, la exposición al sol y la falta de protección solar pueden causar daño en la piel y acelerar el proceso de envejecimiento. Además, fumar puede afectar la elasticidad de la piel y contribuir a la formación de arrugas.
Tratamientos para las patas de gallo
Afortunadamente, existen varios tratamientos para reducir su apariencia.
Uno de los tratamientos más populares es el láser. El láser puede ser utilizado para eliminar las células dañadas de la piel alrededor de los ojos, lo que ayuda a estimular la producción de colágeno y elastina. Esto puede reducir la apariencia de las patas de gallo y mejorar la elasticidad de la piel.
Otro tratamiento para las patas de gallo es la radiofrecuencia fraccionada. Este tratamiento usa ondas de radio para calentar la piel y estimular la producción de colágeno. Esto ayuda a reducir la apariencia de las arrugas y mejorar la textura de la piel.
Los rellenos dérmicos también pueden ser empleados para reducir la apariencia de las patas de gallo. Estos rellenos se inyectan en la piel alrededor de los ojos para rellenar las arrugas y suavizar la apariencia de la piel. Los rellenos dérmicos son temporales y deben ser reemplazados cada varios meses.
Prevención de las patas de gallo
La prevención es clave. Una buena rutina de cuidado de la piel puede ayudar a prevenir la formación de arrugas alrededor de los ojos. Esto incluye usar protector solar diariamente y evitar la exposición al sol durante las horas pico. También es importante evitar fumar y mantener una dieta saludable y equilibrada.
Además, es fundamental evitar el estrés y el cansancio ocular, que pueden causar tensión en los músculos faciales y contribuir a la formación de patas de gallo. Tomar descansos regulares y dormir lo suficiente puede ayudar a reducir la tensión en los ojos y prevenir la formación de arrugas.
Si estáis interesados en eliminarlas, os invitamos a pedir ya vuestra visita, no os arrepentiréis.
