Bolsas malares: no se trata de ojeras

Las bolsas malares son una preocupación estética que afecta a muchas personas. Se caracterizan por un abultamiento o hinchazón que aparece en la parte superior de las mejillas, justo debajo de los ojos. Aunque se pueden confundir con las ojeras o las bolsas palpebrales, tienen una naturaleza distinta. Desde la clínica de la Dra. Laura Sitú, experta en rejuvenecimiento facial Barcelona, explicaremos qué son, sus principales causas, los efectos estéticos que generan y los tratamientos más eficaces, como la radiofrecuencia o el láser.

¿Qué son las bolsas malares?

Son acumulaciones de líquidos o grasa en la región de los pómulos, debajo del área ocular. A diferencia de las bolsas bajo los ojos, que están relacionadas con el envejecimiento y la laxitud de la piel, éstas se forman en una zona más baja y están vinculadas tanto a factores genéticos como a problemas de retención de líquidos.

Principales causas de las bolsas malares

Algunas son:

Genética

Una de las causas más comunes es la predisposición hereditaria. Si tus padres o familiares cercanos las presentan, es probable que también desarrolles esta condición.

Retención de líquidos

Problemas como el consumo excesivo de sal, deshidratación o desequilibrios hormonales pueden contribuir a la acumulación de líquidos en esta zona.

Envejecimiento

Aunque no es la causa principal, el envejecimiento puede exacerbar su aparición debido a la pérdida de elasticidad de la piel y el debilitamiento de los tejidos.

Factores externos

El estrés, la falta de sueño, el consumo de alcohol y tabaco, así como la exposición al sol sin protección, también influyen negativamente.

Efectos estéticos de las bolsas malares

Su aparición puede tener un impacto significativo en la estética facial. Estos abultamientos generan un aspecto de cansancio o envejecimiento prematuro, incluso en personas jóvenes. Además, pueden dar la sensación de hinchazón generalizada en el rostro, afectando la armonía facial.

Tratamientos para las bolsas malares

Afortunadamente, existen diversas opciones para tratarlas, que van desde cuidados en el hogar hasta procedimientos no invasivos realizados por profesionales.

Radiofrecuencia

La radiofrecuencia es uno de los tratamientos más eficaces y no invasivos para reducirlas. Consiste en la aplicación de energía de alta frecuencia que calienta las capas profundas de la piel. Este calor estimula la producción de colágeno, mejora la elasticidad y favorece el drenaje linfático, reduciendo la retención de líquidos.

Láser

El láser es otra opción popular para tratar este problema. Los tratamientos con láser fraccionado no ablativo ayudan a tensar la piel y estimular la renovación celular. Además, pueden mejorar la apariencia de la piel en general y disminuir el aspecto hinchado.

Rellenos y tratamientos con ácido hialurónico

En algunos casos, se utilizan rellenos para equilibrar la apariencia del rostro. Aunque no eliminan las bolsas, pueden mejorar la armonía facial al suavizar las transiciones entre áreas hundidas y abultadas.

Cuidados en casa contra las bolsas malares

Algunos buenos hábitos son:

  • Hidratarse adecuadamente: Beber suficiente agua ayuda a prevenir la retención de líquidos.
  • Evitar el exceso de sal: Reducir el consumo de sodio puede disminuir la hinchazón.

En conclusión, las bolsas malares son una condición común que puede afectar la apariencia y la confianza de quienes las padecen. Aunque estén influenciadas por factores genéticos y externos, existen tratamientos efectivos como la radiofrecuencia y el láser que pueden mejorar significativamente su aspecto. Consultar a un especialista es fundamental para determinar el enfoque más adecuado y lograr resultados seguros y satisfactorios.

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