Acrocordones: ¿Qué son?

Los acrocordones, también conocidos como fibromas blandos o papilomas cutáneos, son pequeñas protuberancias de piel que suelen aparecer en diversas partes del cuerpo, como cuello, axilas, ingles y párpados. Aunque no suelen ser peligrosos para la salud, pueden resultar molestos desde un punto de vista estético, llevando a muchas personas a buscar opciones para su tratamiento. Hoy hablamos sobre ellos.

¿Qué son los acrocordones y por qué se forman?

Son pequeñas lesiones cutáneas benignas que se forman por un crecimiento excesivo de tejido conectivo y vasos sanguíneos en la piel. A menudo tienen un aspecto similar a un pedúnculo o una protuberancia suave y colgante. Aunque su aparición puede ser desconcertante, especialmente si aparecen de repente, su origen suele ser benigno.

No se ha identificado una causa exacta para su formación, pero factores como la fricción de la piel, la obesidad, la predisposición genética y los cambios hormonales pueden desempeñar un papel en su desarrollo. A menudo, aparecen en áreas donde la piel se frota contra sí misma o contra la ropa, lo que explica por qué son comunes en lugares como el cuello y las axilas.

Efectos estéticos de los acrocordones y consideraciones

Aunque rara vez causan molestias físicas, su impacto en la estética personal puede ser significativo. Muchas personas los encuentran antiestéticos, especialmente si son prominentes o se encuentran en áreas visibles del cuerpo. Esto puede afectar la confianza en uno mismo y la comodidad en situaciones sociales.

Es importante destacar que no son contagiosos ni representan un riesgo para la salud. Sin embargo, su presencia puede ser motivo de incomodidad emocional para algunas personas, lo que lleva a buscar opciones para su eliminación.

Tratamientos disponibles en Medicina Estética contra los acrocordones

Afortunadamente, existen varias opciones para tratarlos desde la perspectiva de la medicina estética. Estos procedimientos suelen ser mínimamente invasivos y se realizan en consultorios médicos o clínicas especializadas. Algunas de las opciones más comunes incluyen:

Crioterapia

La crioterapia implica el uso de nitrógeno líquido para congelar y destruir el tejido del acrocordón. Este método es rápido y eficaz, y generalmente no deja cicatrices relevantes. Sin embargo, pueden ser necesarias múltiples sesiones para lograr resultados óptimos.

Electrocauterización

En este procedimiento, se utiliza una corriente eléctrica para quemar y eliminar el acrocordón. Aunque puede ser un poco más incómodo que la crioterapia, la electrocauterización también es efectiva y proporciona resultados duraderos.

Extracción quirúrgica

Para casos más grandes o aquellos ubicados en áreas sensibles, como el rostro, la extracción quirúrgica puede ser la mejor opción. Este procedimiento se realiza bajo anestesia local y generalmente implica la eliminación del acrocordón con tijeras o un bisturí. Es importante seguir las instrucciones de cuidado posterior para prevenir infecciones y promover una cicatrización adecuada.

Los acrocordones pueden ser una molestia estética para muchas personas, pero es reconfortante saber que existen opciones efectivas para su tratamiento. Desde la crioterapia y la electrocauterización hasta la extracción quirúrgica, la medicina estética ofrece soluciones seguras y confiables para eliminar estos pequeños bultos en la piel.

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